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Cuatro consejos para reducir el riesgo de invertir en acciones

Equipo de Redacción
Equipo de Redacción

Hace algunos años era sencillo obtener rentabilidad a través de activos financieros sin riesgo, como podían ser los depósitos o las cuentas remuneradas. Sin embargo, a raíz de la nueva política monetaria expansiva que promueve el Banco Central Europeo, el escenario presenta unos tipos de intereses negativos. Es decir que, en la actualidad, no es posible obtener rentabilidad sin riesgo.

Sin embargo, el ahorro tampoco resulta ser una opción ideal para los españoles. La inflación actúa en estos casos reduciendo el valor real del dinero ahorrado. En otras palabras, el poder de compra de los ahorros va disminuyendo, de forma tal que, si durante un año no has obtenido tasa de retorno por tus ahorros, no solo no habrás obtenido ganancias, sino que te habrás empobrecido. Cabe aclarar que desde 2017 hasta la fecha, hemos disfrutado de tasas de inflación muy reducidas, pero cualquier variación en el Índice de Precios al Consumo podría mermar tus ahorros.

Entonces, ¿cuáles son las opciones para aquellos que desean darle movilidad a su dinero? La inversión será siempre la respuesta, aunque asumir riesgos es inevitable. No obstante, sí que existen técnicas que permitirán reducirlo al mínimo. La repasaremos a continuación.

Diversifica la inversión para reducir el riesgo

Distribuir tu dinero en diferentes inversiones te permitirá reducir el riesgo y diversificar las fuentes de ingresos. Si decidieras apostar tus ingresos en una única opción, correrías el riesgo de perderlo todo si al proyecto en cuestión no le va como esperabas.

Por el contrario, al diversificar y sumar a tu cartera varios activos diferentes, reducirás el riesgo de perder el dinero invertido. Estadísticamente, es menos probable que todas las compañías en donde apuestas tu dinero incurran en pérdidas.

Ahora bien, cuando hablamos de diversificación, no solo nos referimos al tipo de activo en el que inviertes, sino también al ámbito geográfico o al de la divisa. En el mercado del Real Estate, existen dos vías fundamentales para diversificar la inversión y reducir el riesgo: las socimis y los fondos de inversión inmobiliarios.


Estudia en profundidad todas las opciones

Actualmente, puedes invertir y elegir los valores que quieras para conformar tu cartera. Pero también puedes optar por otras alternativas en las que las acciones juegan un papel importante y que te permiten ingresar al mercado inmobiliario con una inversión relativamente baja.

Nos referimos, por ejemplo, a los Exchange Traded Fund (ETF). Las ventajas de estos últimos es que cotizan de manera similar a las acciones y podrás realizar un seguimiento de su evolución a lo largo del tiempo. Además, invertir en ETF no requiere de una gran investigación previa. Por último, los fondos negociados en bolsa permiten invertir en distintos tipos de inmuebles mediante un solo instrumento.

Invierte periódicamente

Además de diversificar las inversiones y estudiar en profundidad las distintas opciones, será conveniente invertir de manera escalonada en el tiempo. De esta manera, en lugar de adquirir títulos, participaciones o acciones a un solo precio, podrás acceder a ellas a un precio medio que se definirá en función de todas las aportaciones que hayas realizado en los distintos periodos.

Conserva la objetividad

Un error común entre los principiantes es el de reaccionar emocionalmente ante los cambios del mercado. A menudo, cuando ocurre una baja pronunciada en los precios de las acciones, estos deshacen su inversión y pierden así las ganancias potenciales que podrían derivar del aumento futuro de los precios. Por eso, es importante recordar que toda inversión es a largo plazo y que es imprescindible conservar la objetividad en todo momento.


Entonces, ¿cómo puedes obtener rentabilidad con el mínimo riesgo?

Si decides continuar con la inversión en la bolsa, la forma más segura de obtener rentabilidad es incorporando de forma moderada algunos activos que ofrezcan retorno de inversión positiva en un escenario de intereses bajos. Los activos de renta variable, por ejemplo, serían una buena alternativa. No obstante, estos deben suponer solo un pequeño porcentaje de la cartera global y se deben incorporar gradualmente y diversificados.

En definitiva, si tu cartera se compone de un 90% de activos de bajo riesgo y un 10% de activos de renta variable, obtendrás de los primeros un retorno moderado, pero un bajo nivel de riesgo. Los segundos, en cambio, elevarán tu rentabilidad, aunque también aumentarán el riesgo por su volatilidad. En este equilibrio podrás encontrar la ostentosa rentabilidad que buscas sin correr un riesgo excesivamente alto.

Analiza invertir en bienes inmuebles

Si dispones del dinero necesario para adquirir propiedades, invertir en los bienes raíces será una de las vías más seguras para multiplicar tus ingresos. A grandes rasgos, podríamos decir que los bienes inmuebles funcionan como un seguro contra la inflación, dado que, al aumentar los precios de los bienes y servicios, también lo hacen los del mercado inmobiliario. Pero, además, podrías obtener de ellos un ingreso pasivo a través de las rentas.

Otro de los beneficios fundamentales de la inversión en bienes inmuebles se refiere a la plusvalía. Todas las propiedades sufren aumentos en su valor que no están relacionados directamente con el bien en sí, sino con su ubicación, sus comodidades y los servicios que ofrecen. Este es un gran ejemplo de cómo un bien puede aumentar de precio con los años.

¿Quieres invertir en el mercado inmobiliario? Puedes contactarte con nosotros sin compromiso. En Oinversión podemos ayudarte.